Un día caminando por el mundo de los sueños, mi corazón y mi cerebro se
encontraron por casualidad, lejos de evitarse los dos se miraron
fríamente durante un instante que se hizo eterno, el silencio sepulcral
fue roto por uno de ellos que fuertemente exclamo:
¡¡Ahhh!! Mira qué casualidad, justamente contigo quería hablar – Dijo el corazón...
El cerebro lejos de inmutarse le contesto, pues aquí me tienes,
listo estoy para escuchar lo que tengas que decirme, el corazón comenzó a
decirle; veras, estoy muy disgustado contigo y me tienes al borde del
infarto, ya que desde hace poco te estás tomando atribuciones que no te
tocan, ¿desde cuándo el tomar decisiones en el plano sentimental es tu
trabajo? No puedes ni debes hacer eso, no puedes medir el amor con
lógica ni el afecto con la razón, no puedes escribir un poema de una
manera fría y simple, no puedes hacer sentir bien a la gente haciendo
referencias a tantas cosas bonitas desde la frialdad...no puedes
responder a la pregunta de ¿Me quieres? porque no tienes ni idea de lo
que significa, qué puede saber de eso alguien como tú que no conoce el
sabor dulce de la felicidad, lo amargo de la tristeza, lo acido de
culpa, o lo agrio del desprecio, dime, como podrías saber eso tú...
Yo solo actuó conforme a lo que tú hiciste primero, acentuó el
cerebro. Durante algún tiempo te dedicaste a la toma de decisiones de
una manera visceral, decisiones que eran de mi responsabilidad, sin
preguntarme, simplemente las tomaste, pasando por encima de mí. Así que
si hablamos de intromisiones seguramente saldrás perdiendo, dime de
todas las decisiones que tomaste cuántas de ellas fueron las correctas.
He descubierto, que tu manera de actuar es como la de un niño pequeño,
que solo se deja llevar por la acción del momento y por lo que desea. A
lo que llamas amor, no es más que un conjunto de síntomas repentinos,
parecidos a los de la gripe, estado febril, dilatación de pupilas,
palpitaciones, sudoración, temperatura alta y disminución de pensamiento
periférico.
El corazón ardía de furia y comenzó a gritarle a su rival, ¿en serio
piensas eso?, pues mira que me tiene sin cuidado, porque tú no eres
nada perfecto, tú también eres solo un cobarde que oculta sus errores
echándole la culpa a terceros y sabes bien a lo que me refiero...”Si los
pies se hubieran movido, hubiéramos ido detrás de ella”, “ Si la boca
hubiera hablado, habríamos pedido que se quedara”, “ Si el corazón no
hubiera dudado, habríamos dicho lo que sentimos". Tu estúpida lógica
solo nos puede traer caos y soledad, quién podría amar a alguien cuyo
cerebro es quien rige sus sentimientos, al final sería como si un robot
la enamorara y eso espero nunca llegar a verlo. Después de una larga
discusión corazón y cerebro se echaron uno encima de otro y la
emprendieron a golpes, Por suerte me encontraba pasando por ahí y el
barullo de la pelea llamo mi atención, cuando los vi a los dos,
sangrando y jadeando…aun gritándose insultos a más no poder, me metí a
separarlos, ¡¡ya señores por favor!!, ¿qué pasa aquí?, ¿por qué pelean? –
Ambos procedieron a exponerme sus razones, y después de escucharlos les
dije: Agradezco su preocupación, pero es cierto que hacen mal en
interferir cada uno en el trabajo del otro, dado que cada uno tiene el
suyo propio y deben realizarlo lo mejor que puedan, lo que pasa conmigo
no solo es responsabilidad de ustedes hay otros involucrados, así que
esta pelea me parece absurda. Corazón, es cierto tú haces aflorar lo
mejor de mí, me das valor para decir lo que pienso, me das paciencia
para soportar a veces lo malo de la vida, me das calidez para
demostrarle mi afecto y amor a la gente que me importa, pero también
haces aflorar lo peor de mi, cuando amo a alguien me vuelves egoísta,
celoso, posesivo, inseguro, cuando tengo amigos haces que busque solo
su exclusividad, que no puedan darle su tiempo y su cariño a nadie más
que a mí. Pero olvidando todo eso, usted me permite hacer lo que nadie
mas podría hacer, amar libremente, mirar a los ojos a esa persona que
amo y decirle tan solo que la amo y que soy consciente que tal vez no
sienta lo mismo por mí, pero que el amarla me hace feliz. Eso me ha
hecho inmensurablemente fuerte amigo mío.Por otro lado mi buen amigo
cerebro, usted me ha dado la lógica y la razón, me ayuda a discernir
que no existe razones lógicas por las cuales no pueda ser feliz, que la
razón me ha ayudado a no odiar a mis enemigos ni a la gente que me odia,
su pensar me ayuda a tomar las decisiones correctas, es cierto que
algunas no son buenas, pero cuando hacer lo correcto ha sido del todo
bueno, y sobre todo, usted me ha ayudado a levantarme del dolor y la
tristeza dándome razones para no estar triste. Es cierto que a veces su
lógica se convierte en cabezonería y también es verdad que algunas veces
ha matado mi felicidad, pero que le vamos hacer, nadie es perfecto.
Dicho esto ambos decidieron hacer una tregua y dedicarse un tiempo cada
uno a sus propios asuntos…espero el día en que ambos lleguen a
entenderse y a ser amigos, se que ese día está lejano, pero ambos me dan
juntos la mejor de las razones para creer que todo es posible en esta
vida...no pierdo la esperanza.
Posdata:
A veces, hay que olvidar lo que sientes y recordar lo que te mereces...¿o quizá no?
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